[Reto: Un año, un anime] Pumpkin Scissors - Año 2006

domingo, 9 de noviembre de 2025

Llegamos al próximo año en el reto. Les cuento que el 2006 tuvo estrenos súper significativos para el anime en general. Desde Death Note y Ouran High School Host Club, hasta Haruhi Suzumiya y Higurashi, hay muchos títulos que marcaron la década y la industria salidos en este año. Entre los menos conocidos está Pumpkin Scissors, un Shounen de temática militar que me da la impresión de tener más fanáticos entre los anglosajones, porque buscando en internet no vi casi -por no decir ninguno- hispanohablantes comentando algo relacionado a esta serie. Tal vez yo sea una de las primeras, si la indexación de las páginas del blog en Google lo permite 😅. Sea como sea, vamos allá. 

Pumpkin Scissors es un bichito raro de la naturaleza. ¿A qué me refiero exactamente con eso? Hay varias maneras de verlo. Por un lado, es un anime de género militar con menos acción de lo esperado. Por otro, creo que tiene elementos "adelantados para la época" (esto realmente se traduce a que si saliera en 2025, quizá tendría su nicho de fanáticos) y por esto mismo vale la pena preguntarse el porqué no es tan popular. Tras completarlo, tengo mis respuestas, que no son absolutas por supuesto. Esto es una mera aproximación. Dicho lo anterior, les cuento un poco detrás de la razón por la que Pumpkin Scissors entró en este reto. 

Un youtuber de anime que marcó mucho mis visionados en la adolescencia -y todavía ahora, aunque no tanto- es Glass Reflection. Gracias al canadiense logré probar títulos que expandieron mi paladar de anime. Y en uno de sus muchos videos y reseñas llegó a mencionar como recomendación alternativa a Pumpkin Scissors. Ya ni recuerdo cuál era la reseña principal, la verdad. Pero el nombre se quedó conmigo desde entonces, y cuando llegué a revisar el catálogo de 2006, quedaron 3 finalistas: Air Gear, Pumpkin Scissors y Ghost Hunt. Luego de dejarlo a la suerte (gracias, Random Picker) y a mi propia facilidad para ver el título, ganó Pumpkin Scissors. Así que henos aquí. 

Cuando uno piensa en género militar en el anime las respuestas no son tan obvias. Al menos ese es mi caso. En años más recientes diría que Youjo Senki (Tanya the Evil) podría ser el llamado top of mind de muchas personas. Pero para mí ver Pumpkin Scissors me remitió a Fullmetal Alchemist, pero sin alquimia o tanta fantasía. Tiene un poco más de ciencia ficción en tal caso. Esto se debe al propio argumento de la serie: Pumpkin Scissors nos ubica en un mundo de postguerra entre el imperio y la república de Frost. Los personajes principales se ubican en la división de la milicia dedicada al "alivio de guerra", el escuadrón 3, bautizado por ellos como "Pumpkin Scissors": son un equipo que corta el mal, la injusticia y la corrupción de raíz, como las tijeras cortan las calabazas de un huerto en cuanto les toca su temporada. 

En medio de una de sus misiones dentro de un pueblo, el equipo conoce a Randal Oland, un hombre que en el pasado peleó en la guerra como parte de una división secreta: la 901-ATT. Resumiendo cuentas, Oland fue una especie de súper soldado y una vez que la guerra culminó ya no tiene a dónde ir. Pumpkin Scissors, cuya misión es ayudar a la gente -desde acciones más sencillas como servir sopa en un campamento de refugiados hasta algo un poco más complejo como desmantelar casos de corrupción- recluta a Oland para unirse a sus filas, permitiéndole poner sus músculos y habilidades de súper soldado al servicio del pueblo. 

En principio, hay muchos episodios de la serie que son episódicos (valga la redundancia). Es decir, se presentan casos cerrados y particulares que se resuelven en un mismo episodio. Otros, aunque siguen esta misma fórmula contribuyen con los arcos propios de cada miembro del equipo de Pumpkin Scissors, o en su defecto sirven para presentarnos más a fondo las personalidades de cada personaje. Este factor hizo que a veces la serie se sintiera algo pesada y lenta, sobre todo porque hay casos que me gustaron o me parecieron más memorables que otros. Dicho de otra manera... Queda a gusto del consumidor qué tanto podrás disfrutar esos episodios iniciales. Y, como yo soy yo, mis episodios favoritos fueron los que sugirieron algo de romance e incluyeron el cuidar a un bebé mientras se buscaba a su madre. Nota mental de ver una serie de este estilo pronto, por favor.

Eso sí, dentro de la serie hay un par de arcos pequeños y, si me preguntan, son los más sólidos del anime. Primero, porque están ligados a la que se nos presenta como la villana principal de la serie (asumo que dentro del manga también), una organización llamada "Silver Wheel". Y segundo, porque a través de la propia continuidad que proporcionan esos arcos vemos a los personajes en todo su esplendor y con un objetivo más claro. En concreto debo hacer mención a los episodios en los que aparece Hans, un antiguo "soldado de altas temperaturas" que también está afiliado a la organización de la rueda de plata. Su trágico pasado y situación tras el alto al fuego es uno que está bien construido, además que genera una conexión directa con Oland como otro súper soldado con estrés post traumático. 

El otro mini arco es el de los últimos episodios del anime en sí, que reflejan el otro aspecto que me hubiera encantado que se explorara más a fondo en la adaptación animada: el rol de la nobleza dentro y fuera de la milicia, así como de la propia situación de la postguerra. ¿Son todos los nobles corruptos desalmados? ¿Son todos egoístas que echan en cara su fortuna a los demás? ¿Qué rol toman realmente frente a la situación socioeconómica que trae la postguerra? El anime apenas toca la superficie de estas interrogantes y, dado lo visto, no creo que nunca tengamos una segunda temporada para verlas con más detalle. Se nota que esta adaptación se realizó con la ya clásica intención de incentivar las ventas del manga, que hasta el sol de hoy se sigue publicando. Lo que he visto es que los lectores del manga en internet reconocen que la historia toma impulso posterior a lo visto en el anime, además que señalan la buena escritura del autor. No sé si llegue a leerlo algún día, porque tampoco es que quedé enamoradísima de la serie, pero como dijo el gran filósofo musical Justin Bieber: Never say never. 

Otro punto que debo destacar es que la historia de Pumpkin Scissors intenta incluir elementos de comedia dentro de su drama bélico. Un humor bastante shonen, pero que igual queda simpático en ocasiones y baja la tensión dentro de sus temas más serios. Algunos chistes que se repiten bastante tienen que ver con el tamaño descomunal de Oland, que sí, se lleva a una leve connotación sexual porque... ¿Esto es anime? 😅; y otros tienen que ver con la competencia y aportes de Lili, la miembro más antigua de Pumpkin Scissors, al equipo. Con Lili siempre está Mercury, un tierno labrador que causa ternura y gracia cada vez que aparece en pantalla. Poco más aportan a la historia que ser el comedy relief, pero cumplen con su cometido. 

Más arriba dije que Pumpkin Scissors me recordaba a Fullmetal Alchemist. Y este es el punto idóneo para explicarme mejor. Cualquiera que ha visto FMA sabe que hay momentos de la historia que no les corresponden a Ed y Al, sino que nos muestran las labores internas del grupo militar al que los hermanos comienzan a asistir. Dígase los fragmentos de Roy, Riza, Hughes y los Armstrong en sus actividades de papeleo y demás órdenes. Pumpkin Scissors se siente como ver esas escenas pero mucho más extendidas, de forma constante, son lo principal del anime en lugar de su contorno. Y, como también dije más arriba, producto de su componente de súper soldados en la trama, tiene un toque ligero, una pizca de ciencia ficción.  

Los personajes no se parecen a los militares de FMA, sino que siguen unos arquetipos distintos. Esto último también hace que Pumpkin Scissors se sienta como su propio ser. Los dos personajes principales son Alice L. Malvin y Oland. Alice es la segunda al mando y líder de campo de Pumpkin Scissors, y viene de una familia noble, lo que hace que su participación dentro de la milicia sea más particular. Muchos de mis momentos favoritos estuvieron relacionados a la familia de Alice y sus conocidos, en parte por las preguntas que mencioné arriba y en parte porque a nivel de construcción del universo se mencionaron múltiples familias nobles con diferentes intereses. Por supuesto, no se habla mucho de ellas pero suponen un aspecto interesante. Por otra parte, Alice representa la tradición y el deber. A nivel militar, Pumpkin Scissors destaca el cómo se involucran las familias de antiguos combatientes y su deber para con su nación. Alice reitera y referencia este punto a lo largo de toda la serie. A veces es algo ingenua con respecto a esta herencia y la reacción de la gente común, que suele ser más rencorosa de lo esperado. En otras oportunidades es una persona muy valiente y decidida, con una fuerte convicción de ayudar a los demás a toda costa. 

Con Oland, Alice establece un vínculo importante. En más de una ocasión se nos insinúa una posible relación romántica entre ellos, pero también hay una verdadera conexión por su interés en apoyar al prójimo a sobrellevar los dolores de la guerra. Va más allá de la atracción y es una admiración a ratos mutua, a ratos unidireccional de Oland por Alice, que sintetiza el espíritu, la misión y la visión genuina del servicio a los otros. Con esto no quiero decir que Alice no tenga vínculos importantes con Martis y Oreldo, sus otros supervisados, pero se dan de una manera muy diferente a aquel que tiene con Oland. Realzan o hablan de otros aspectos de su personalidad o de lo que la serie quiere abarcar. 

Oland entra a Pumpkin Scissors como cabo y los personajes se refieren a él como tal. Confieso que hubo un punto en que me había olvidado de su nombre por esto mismo 🙈. Oland es algo así como Ralph el Demoledor: un grandulón con un corazón de oro. Por supuesto, no es un villano ni nada parecido, pero sí se vio forzado a cometer acciones crudas en el campo de batalla. El diseño de Oland me hizo pensar varias veces en el monstruo de Frankenstein, algo que no creo que sea tan a la ligera considerando que el título de la serie incluye la palabra Pumpkin y es un símbolo que aparece bastante dentro de la serie. Además, Oland carga siempre una linterna estilo Jack-o'-lantern (yo las llamo así, pero no se llaman así. Es una lámpara tradicional europea que aparecería en algo como Sleepy Hollow) que me remite a las calabazas y al Halloween. No sé, pero me parecen buenos detalles. 

Del pasado de Oland llegamos a saber poco, pero sí vemos que tiene que luchar silenciosamente con la culpa y estrés post traumático de su pasado en el campo de batalla. Estar en Pumpkin Scissors le devuelve un sentido a su vida y lo llena de ilusión. En realidad su desarrollo está orientado hacia el dejar de sentir lástima por sí mismo y motivarse a seguir adelante. Ocurre poco pero cuando ocurre llena bastante. Diría que no tiene tanto tiempo en pantalla como uno pensaría, pero creo que lo más acertado es decir que no tiene tantos diálogos. Lo agradable de él es que se relaciona con todos los miembros del escuadrón y algo aprende de ellos. 

¿Quiénes son esos otros miembros? Pues Martis y Oreldo. Martis es el cerebrito del equipo, que en un inicio pertenecía a otra división de la milicia. Martis era de aquellos que veía el trabajo de alivio de guerra como algo menor e insignificante dentro del ejército, pero la vida da muchas vueltas y ese equipo terminó apoyándolo cuando se vio metido en una situación delicada dentro de su antigua división. Martis tiene una personalidad a ratos arisca,  a ratos atenta. Es quien muestra mayor curiosidad por el pasado de Oland y trata de averiguar la verdad sobre la 901-ATT. No logra su cometido porque la serie tampoco se lo permite, pero en general él busca y termina siendo la voz de la razón dentro del equipo. 

Oreldo es un casanova. Entró a la milicia por necesidad económica y en el camino enderezó sus raíces torcidas. Y es que Oreldo tuvo un pasado de calle, de tener conocidos dentro de los bajos fondos de Frost. Aunque dentro de la propia historia no madura por completo, sí vemos que le importa contribuir con Pumpkin Scissors. Claro que, como típico y buen casanova, sus contribuciones tienen que ver con el arte de la seducción. Tanto Oreldo como Martis tienen problemas para confiar en Oland en un inicio, pero conforme avanza la historia lo reciben como un miembro más. 

A nivel técnico, Pumpkin Scissors tiene buenos momentos. Sobre todo los que están referidos a los de acción, que aunque no son tan frecuentes, cuando llegan se ven, en líneas generales, muy bien y fluidos. Pumpkin Scissors fue una producción del estudio Gonzo (sí, el mismo de Hellsing de 2001). Creo que este estudio tuvo propuestas interesantes, si bien a ratos el grueso de la animación es un estándar esperado, también logró en su peak demostrar imágenes y momentos memorables, como es el caso de Hellsing. Ahora, no sé si decir lo mismo con Pumpkin Scissors, pero no es una mala producción. El diseño de personajes me agrada, en especial los ojos. Sí creo que producto de los uniformes, que tienen a propósito los colores de una calabaza, los personajes en sí no son tan memorables para el espectador. Y si pensamos en Oreldo, sus ojos son muy diferentes a los del resto del equipo, lo que hace que sea un tanto genérico con respecto a ellos.  

Lo que quiero decir es que, por superficial que suene, la vestimenta y apariencia hace mucho para que los personajes se queden contigo después del visionado. Diría que en tal sentido, esto es una de las patas cojas de Pumpkin Scissors, pero se sigue sosteniendo por otros elementos. Otro dato que me pareció interesante es que la dirección de la serie corrió a cargo de Katsuhito Akiyama, quien también fue responsable de dirigir Inazuma Eleven. Jamás hubiera relacionado esta obra con el spokon de fútbol, pero así son las cosas de la vida. Y en cuanto a animación, una de las personas responsables fue Chizuko Kusakabe, quien ha llegado a trabajar en años posteriores en Fullmetal Alchemist Brotherhood (vaya,vaya, lo vuelvo a mencionar en la entrada), la segunda temporada de Boku no Hero Academia y Devil Man Crybaby. Entonces, tiene todo el sentido del mundo que justamente esos episodios donde la acción brilla esta persona haya estado presente. 

Musicalmente en Pumpkin Scissors destacan los tambores, aunque hay otros instrumentos como la flauta y el violín haciendo su aparición. Muchas piezas remiten a una banda marcial y son dramáticas, incluso cuando se refieren a momentos humorísticos. Kow Otani fue el encargado de este aspecto y creo que, aunque no es particularmente un aspecto que me gustara de la serie, no es uno que haya desechado por completo de mi cabeza. Creo que tiene una personalidad marcada y eso es bueno. 

El opening y el ending es el mismo durante todos los episodios. El primero cuenta con una voz femenina que, en lo personal, siento que no combina con la melodía de fondo. La secuencia me agrada más que la canción. Mientras, el ending es reflejo del aspecto de comedia y ternura que a veces tiene la serie con Lili y Mercury. En varios episodios desentona bastante, pero en otras circunstancias no queda mal. Es uno de esos donde la seiyuu canta, cosa que siempre aplaudo y creo que es un lindo detalle, pero admito que aquí no me terminó de conquistar ninguno. 

Les dejo los dos para que vean un poco el estilo de cada uno y la diferencia de tono: 


Opening: Aoki Flamme - Takahashi Yoko



Ending: Mercury Go - Kana Ueda & Yukai na Nakama-tachi 

Algo que debo mencionar sí o sí antes de cerrar por completo esta entrada es que leí a alguien en internet diciendo que consideraba que Pumpkin Scissors es un anime que, dentro de todo, se asemejaba más a la realidad de lo que era la milicia en comparación a muchos otros. Y, si bien esa persona es sólo una entre cientos de millones, me pareció una apreciación valiosa. No diría que este es un género predilecto para mí, pero creo que Pumpkin Scissors vale la pena, sobre todo si buscas una serie de este estilo. Es una pena que ese potencial que tiene en cuanto a su trama y universo se quede inexplorado en formato animado, pero sirve para introducirse a los personajes y todo lo demás. 

Quizás, pensando en esas "respuestas" que dije tener al inicio, encuentro que Pumpkin Scissors podrá sentirse más lento para un espectador actual, sobre todo con el factor episódico de por medio. Que a nivel visual se ve algo perjudicado si se compara -en especial- con temas de diseño de personajes. Diría también que tratar el tema de la guerra nunca es sencillo si se toma con la seriedad con la que lo hace Pumpkin Scissors, así que todo aquel que disfrutó de algo como FMA podrá encontrar algo que sea de su agrado aquí, aun con sus desaciertos de ritmo y tono en varios puntos de la historia. Y por supuesto la advertencia más relevante: no esperes una historia cerrada y completa, sino un abreboca de un shonen militar con más potencial fuerza que otros de sus pares. 

Por lo tanto, después de darle de comer a Mercury y a los gatos fuera del cartel junto a Oland y Lili, "califico" a Pumpkin Scissors de: 

Nivel de agrado: 🍂🍂 (2/5 = Estuvo Ok)


¡Y cerramos el 2006! Tenía tiempo intentando terminar de redactar esta entrada y finalmente la publico en el blog. La buena nueva es que ya he visto el anime de 2007 y (espero) poder publicar esa entrada más temprano que tarde. 

¿Ustedes conocían Pumpkin Scissors? Si es así, ¿les gustó? 

Por ahora, me despido y retiro mis alas de estos cielos de postguerra. 

¡Hasta el próximo vuelo!

Tsubame 

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